Yo me aventé un amarre y un endulzamiento con Guillermo, y la neta quedé bien sacada de onda con los resultados. Estaba pasando por una bronca gacha con mi vato, nada le parecía, todo le molestaba, ya ni cariñoso era ni tenía detalles, todo se volvió bien gris y al final se fue. Pero gracias a Guillermo, el vato regresó arrepentido, más atento, más amoroso, y nuestra relación volvió a tener ese amor y esa chispa chida que teníamos antes. La neta sí le recomiendo que se acerque a Guillermo y confíe en lo que hace, porque sí jala.